martes, 30 de julio de 2013

1937- LA NOCHE DE LA ESVÁSTICA - Katherine Burdekin






Si una utopía es una sociedad imaginaria ideal que propone un mundo en el que los problemas sociales, políticos y económicos que nos asedian han sido resueltos (o, al menos, mitigados considerablemente), entonces una distopia es un mundo imaginario en el que el sueño antedicho se ha transformado en una pesadilla. También conocidos como anti-utopías, las distopias se construyen a menudo con la intención de criticar las implicaciones negativas de determinados planteamientos utópicos. Con frecuencia adoptan la forma de sátiras cuyo objetivo es advertir de las posibles consecuencias que podrían tener ciertas tendencias políticas o sociales del presente.

viernes, 26 de julio de 2013

1958- ADAM STRANGE (y 2)




(Viene de la entrada anterior)

Con la marcha del editor Julius Schwartz, Adam Strange perdió su hogar en “Mystery in Space”, pero había demostrado ser capaz de ganarse el aprecio de los lectores, por lo que nunca llegó a desaparecer del todo. Se le vio como “estrella invitada”, por ejemplo, en “Hawkman” 18 (febrero 67), en la historia titulada “El Mundo que Desapareció”, escrito por Gardner Fox y dibujado por Murphy Anderson. En ella, Strange recibe en Rann a un Hawkman incapaz de encontrar su planeta natal, Thanagar. Además, Sardath inventa una máquina que permite a Adam permanecer indefinidamente en Rann en lugar de seguir sometido a los caprichos del Rayo Zeta. Este giro supuso un cambio sustancial respecto al planteamiento inicial del personaje.

miércoles, 24 de julio de 2013

1958-ADAM STRANGE (1)




Viajemos en el tiempo y el espacio hasta el año 1957. El lugar: una sala de reuniones en National Periodical Publications, más conocida hoy como DC Comics. Allí, un grupo de editores deciden la creación de dos nuevas series de ciencia ficción que debutarían en uno de los títulos genéricos de la casa, “Showcase”. Una de ellas narraría las aventuras de un luchador contra el crimen del futuro; la otra seguiría las peripecias de un hombre contemporáneo arrastrado a las más increíbles aventuras en otro planeta.

viernes, 19 de julio de 2013

1989-STAR TREK V: LA ÚLTIMA FRONTERA - William Shatner




En “Star Trek III: En busca de Spock” (1984), Leonard Nimoy había pasado a ocupar la silla del director de la vertiente cinematográfica de la franquicia. Su visión le llevó a alejarse de las aventuras galácticas que habían constituido el espíritu de la serie televisiva de los sesenta, dar en cambio más relevancia al humor y, con el fin de satisfacer a los fieles aficionados, mantener inalterado el compacto reparto de viejos amigos que llevaban viajando en la Enterprise casi veinte años. Nimoy profundizó en esa tendencia con la siguiente película, “Star Trek IV: Misión Salvar la Tierra”, la entrega más ligera y cómica de la serie y una de las favoritas del público. Sin embargo, podía percibirse claramente el creciente dominio de un conservadurismo creativo en base al cual la visión original de la serie, a saber, la conquista de nuevas fronteras y la utilización de escenarios galácticos para proponer reflexiones sociológicas, se abandonaba en favor de una especie de confortable camaradería teñida de nostalgia.

En “Star Trek V: La Última Frontera”, la estrella de la serie, William Shatner, decidido a seguir el camino abierto por Nimoy, hace su debut como realizador.

domingo, 14 de julio de 2013

1936- EL JUGADOR DE CROQUET - H.G.Wells



En este personal recorrido cronológico por la historia de la ciencia ficción, ha llegado el momento de despedirnos de Herbert George Wells, uno de los escritores más influyentes y universalmente leídos del género y cuya obra relacionada con el mismo hemos revisado aquí con cierta exhaustividad (podéis buscar las quince obras reseñadas haciendo click en su nombre dentro de la lista de etiquetas). Eso sí, aunque ya no comentaremos más novelas firmadas por él, su sombra seguirá acompañándonos durante mucho tiempo, puesto que sus ideas resultaron ser tan poderosas y perdurables que incluso hoy autores y público siguen bebiendo de ellas.

viernes, 12 de julio de 2013

1968-BARBARELLA - Roger Vadim


Como la mayoría de géneros cinematográficos en Hollywood, la ciencia ficción experimentó los cambios e incertidumbres derivados del terremoto que sufrió la industria entre finales de los sesenta y mediados de los setenta.

Tras la avalancha de alienígenas grotescos y mutantes nucleares presentados en las películas de la década de los cincuenta, la ciencia ficción de los sesenta trató de alejarse de las cintas de bajo presupuesto y comenzó a concentrarse en los aspectos más políticos de la proliferación nuclear y el avance tecnológico. Así, surgieron dos corrientes: una continuó recurriendo como fondo de sus historias a la amenaza potencial y las consecuencias de una guerra atómica; fue el caso de, por ejemplo, “La hora final” (1959) o “Punto Límite” (1964). Otra, menos representada, hizo uso de la sátira bufa, caso de “Teléfono Rojo, ¿volamos hacia Moscú?” (1964) o esta “Barbarella” que ahora comentamos, en el que su director, Roger Vadim introdujo el concepto de erotismo light en la ciencia ficción, a través de las atractivas formas de quien entonces era su esposa, una jovencísima Jane Fonda

lunes, 8 de julio de 2013

1979-LA ESTRELLA NEGRA - Ricardo Barreiro y Juan Giménez






La explosión de Star Wars en 1977 tuvo enormes consecuencias en todas las vertientes de la ciencia ficción. El cómic, por supuesto, no fue una excepción. Fueron años en los que las aventuras espaciales volvieron a ponerse de moda y muchos autores o bien se sintieron inspirados por la historia y aspecto visual de la película de Lucas o bien decidieron aprovecharse de aquella fiebre.

viernes, 5 de julio de 2013

1936-LA GUERRA DE LAS SALAMANDRAS - Karel Capek




Durante la primera mitad del siglo XX, la ciencia ficción norteamericana y europea discurrieron por caminos bien diferenciados. Ello no fue debido únicamente a la fascinación nacional americana por la tecnología y la ingeniería -pasión que halló su reflejo en las revistas pulp del género-, sino a causas más profundas relacionadas con el trauma colectivo derivado de la Primera Guerra Mundial. Ésta había tenido efectos muy desiguales en Europa continental, Gran Bretaña y Norteamérica. Mientras que la sociedad americana en su conjunto apenas resultó afectada, el devastador conflicto privó a la ficción especulativa europea de la autoconfianza y el sentido romántico de la aventura de aquélla, embarcándose en cambio en fabulaciones de tipo social (ya fueran utopías o distopias) y traumatizados relatos de guerras futuras.