miércoles, 15 de febrero de 2017

1984- DE VUELTA A CASA – Abulí y Bernet


Existen en el comic binomios creativos que han quedado fuertemente asociados en la mente de los aficionados a ciertos géneros. Por ejemplo, Pierre Christin y Jean-Claude Mezieres a la ciencia ficción (“Valerian”), Jean-Michel Charlier y Jean Giraud al western (“Blueberry”), Roy Thomas y John Buscema a la fantasía heroica (“Conan el Bárbaro”) o Rene Goscinny y Albert Uderzo al humor (“Asterix”). En el caso del guionista Enrique Sánchez Abulí y el dibujante Jordi Bernet, el género que viene inmediatamente a la cabeza es el de la serie negra. Sobre todo, claro, gracias a su mundialmente famoso asesino “Torpedo 1936”, pero también a otras obras, como “Ab Irato” o la antología “Historias Negras” en las que transitaron por los recovecos más oscuros de la naturaleza humana. “De Vuelta a Casa” no es una excepción, puesto que se trata sobre todo de una obra que se ajusta principalmente a los parámetros conceptuales y estéticos del género negro.

La razón por la que he elegido comentarla aquí es, en primer lugar, porque su premisa inicial sí puede calificarse sin problemas de ciencia ficción. En segundo lugar, porque ilustra perfectamentte la flexibilidad del género a la hora de fusionarse con otras temáticas y enfoques distintos a los normalmente adoptados por los autores especializados en CF. Y, también, porque su lectura supone un agradable cambio respecto a obras de corte más tradicional.

jueves, 9 de febrero de 2017

2013- ELYSIUM – Neill Blomkamp


En 2009, Peter Jackson en su vertiente de productor y el estudio Tri-Star Pictures se arriesgaron a invertir en un nuevo talento que, a pesar de no haber dirigido todavía ninguna película, sí había sorprendido a propios y extraños con su corto “Alive in Joburg”. Con treinta millones de dólares a su disposición, este realizador novel, el sudafricano (aunque residente desde hacía tiempo en Canadá) Neill Blomkamp escribió y dirigió (junto a su esposa Teri Tatchells) “Distrito 9”, donde bajo el formato de un falso documental mezclaba la sátira social con la acción frenética y exhibía unos efectos visuales que la hacían parecer más superproducción de lo que en realidad era.

“Distrito 9” triunfó en taquilla e hizo de su director una figura en ascenso dentro del género de la ciencia ficción.. De un solo salto, Blomkamp había llegado a la liga mayor de Hollywood. Su regreso, no obstante, se hizo esperar. Hubieron de pasar cuatro años hasta que se estrenara “Elysium”, su segunda película. Como en “Distrito 9”, Blomkamp volvió a insertar un mensaje político-social en el marco de una historia de CF, pero a pesar de contar con un presupuesto de 120 millones de dólares y una calificación “R” que le permitía mayor libertad de movimientos, la idea resulta aquí menos fresca que en su debut y la combinación de género y tema adolece de múltiples defectos.

domingo, 5 de febrero de 2017

1980 – EL MAESTRO CANTOR -Orson Scott Card


A priori, la música no es algo que uno relacione inmediatamente con la ciencia ficción. Cuando pensamos en los elementos y temas centrales del género vienen a la mente los viajes por el espacio y el tiempo, los alienígenas, los imperios galácticos o la tecnología futurista. Sin embargo, a menudo olvidamos que la buena ciencia ficción utiliza todas esas piezas sólo como decorado o excusa para narrar lo que verdaderamente importa, esto es, los devenires del ser humano y cómo éste se enfrenta a problemas y desafíos, ya sean estos viejos o nuevos.

¿Y acaso hay algo más humano que la música? Desde el principio de los tiempos, hemos encontrado en ella entretenimiento y espiritualidad, técnica y arte; la hemos utilizado para expresar las emociones y también para relacionarnos con los demás. La música forma parte de nuestra vida, privada y pública. Puede disfrutarse en la intimidad del hogar o en multitudinarios conciertos. Todos tarareamos, silbamos, canturreamos o tocamos algún instrumento. Somos conscientes del poder de la música para alterar nuestro estado de ánimo, transmitir mensajes, crear himnos inspiradores…y, sin embargo, no sabemos de qué recóndita parte de nuestro cerebro procede esa necesidad de crear y disfrutar de esas combinaciones de acordes, ritmos y armonías que acompañan nuestros días. “El Maestro Cantor”, de Orson Scott Card, hace de la música y el canto su núcleo central.